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Atados como 'Lego', listos para partir

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29 Febrero 2024

Del 7 al 28 de agosto, nos embarcamos en una nueva experiencia en Tailandia. Así comenzamos el camino de preparación para la experiencia misionera con un nuevo grupo de jóvenes, procedentes de diferentes partes de Italia, con el deseo de enfrentarse al encuentro con el otro, partiendo hacia Asia. Seguiremos el rastro del tema lanzado en el último día misionero, involucrando primero el corazón, luego los ojos y finalmente los pies.

Para acompañar la formación del grupo, que consta de 6 encuentros (5 en línea y uno presencial), estoy yo, que he estado en Tailandia durante 15 años, y un padre salesiano indonesio, Pandri, que partirá con ellos. Para presentarnos, pedimos que buscaran un objeto que pudiera identificarnos.

Algunos eligieron el agua, por su fuerza al excavar lentamente en la roca, su transparencia, flexibilidad y maleabilidad ante diversas situaciones, permaneciendo siempre ella misma. Otros se identificaron con una esponja, por su capacidad de absorber, en el deseo de tomar las cosas positivas y absorberlas en sus poros. Dos chicas pensaron en una mochila, porque se necesita un buen contenedor de múltiples compartimentos tanto para los pesos de su propia historia que llevarán consigo, como para contener los recursos personales al enfrentar nuevas aventuras. Además, para aquellos que están terminando la escuela secundaria, si la mochila es muy espaciosa, puede llevar ese paso importante entre la escuela y la universidad o el trabajo, permitiendo reunir todas esas piezas y llevarlas en la espalda. Y si hablamos de "piezas", otro objeto mencionado fue el ladrillo de Lego, porque aunque todos son similares, mantienen su diversidad y singularidad; además, son adaptables para encajar con otros ladrillos, y necesitan precisamente esos encajes para realizar formas creativas. El único joven del grupo, en cambio, se asoció con un todoterreno, con el que puede elegir caminos no marcados, fuera del camino común, con el deseo de descubrir hacia dónde lo llevan esos senderos.

Pero para lanzar esta experiencia presente en el viaje que les espera, se necesita un sueño encerrado en el corazón... ¿Cuál? Para todos está el deseo de ir a Tailandia como un sueño que se está haciendo realidad... hay quienes buscan felicidad y equilibrio, quienes desean tener experiencias en una tierra más allá de sus fronteras, quienes buscan una mayor conciencia de sí mismos estimulados por un encuentro fuerte con el otro, quienes ven un desafío para superar sus propios miedos y bloqueos al volar en libertad, y quienes finalmente buscan fraternidad.

Y nosotros los ayudaremos, con la guía del Espíritu, a unir todas estas piezas, a vincularlas con sus experiencias durante un tramo del camino, a formar un nuevo sueño que supere sus propios deseos hacia nuevos horizontes. ¡Buen viaje chicos!

Antonella Del Grosso mmx

Ha svolto parte della sua missione in Tailandia, per quindici anni, dove è stata Delegata per 6 anni. Ha condotto il suo apostolato nella pastorale sociale delle baraccopoli nella periferia di Bangkok, e ha accompagnato piccoli gruppi di cristiani della regione montuosa del nord. Si è dedicata anche alla decorazione di alcune cappelle, cercando di annunciare la Parola attraverso l'arte e l'immagine. Ha conseguito il diploma di Istituto d'Arte e Accademia di Belle Arti.