El Día Mundial del Agua fue establecido el 22 de marzo de 1992 por la ONU.
Su objetivo principal era crear conciencia sobre las cuestiones centrales relacionadas con el uso responsable y sostenible del agua.
El tema de este año es muy provocador y nos interpela a todos: "Agua para la paz". Esto está relacionado con la seguridad, el desarrollo sostenible y la paz mundial, tan frágil debido a las numerosas guerras actualmente en curso en el mundo, incluidas aquellas que no están bajo los reflectores de los medios de comunicación y los noticieros internacionales. Aquellas que llamamos "guerras silenciosas", especialmente en el continente africano.
De hecho, UNICEF denuncia que la falta de agua potable y saneamiento amenaza la vida de 190 millones de niños africanos.
Yo también tuve la oportunidad de constatar durante mi breve estadía en dos países africanos cuánto la falta de agua limpia, jabón y servicios de saneamiento adecuados podía llevar a la muerte a tantos niños inocentes.
Fue allí donde mi conciencia sobre el uso responsable del agua floreció. Recuerdo las muchas veces que nos recibieron en las casas de las personas con una taza de agua. ¡Ah, qué buena agua! Cuánto bien nos hacía saciar esa inmensa sed.
Una vez tuve la oportunidad de acompañar a una novia y a sus invitados a casa del novio para la entrada nupcial en su nueva familia. Caminamos durante horas, el sol era fuerte, tan fuerte que no pude beber el agua que llevaba en mi bolso de tela, calentada por el sol.
Cuando llegamos, cansadas y sedientas, nos trajeron de inmediato un tazón de agua, sacada del pozo, no muy profundo. El agua no era potable, su olor y apariencia no eran adecuados para el consumo. Pero era todo lo que tenían para ofrecer a los invitados.
De vuelta en Brasil después de ocho años, me impactaba ver a las personas lavar casas, autos, aceras con agua limpia. Cuánto dolor sentía en mi corazón al recordar a aquellos con los que conviví en Chad, tan necesitados de agua potable y servicios de saneamiento. Pensaba en mi interior: ¡Que Dios pueda perdonar este gran pecado de la humanidad, que a menudo usa el agua tan bendita sin criterio!
Parece tan difícil para nosotros comprender la importancia vital del agua para toda la humanidad. Si hay abundancia en mi grifo, es seguro que cada vez es más difícil sacarla del pozo de alguien más, lejos de nuestros ojos. También es necesaria para la supervivencia del ecosistema mundial.
"¡Agua para la paz", agua para todos y en todas partes! Como dice el poeta: "Todos somos agua. Todos somos ríos. En cada río que muere, todos morimos. En cada río que vive, es el Amazonas desembocando en nosotros" (Roberto Malvezzi - Pachama)
En Brasil, la Agencia Nacional de Aguas y Saneamiento ha propuesto un tema diferente al mundial: "El agua nos une, el clima nos mueve". Debería ser así: unidos para asegurar que el agua limpia, fresca y deliciosa pueda saciar la sed de tantos hermanos y hermanas que sufren los horrores de las guerras en tantas partes del mundo.
Todos somos responsables de esta paz posible. Nuestras pequeñas acciones pueden marcar la diferencia en este mundo marcado por tanto dolor y violencia. Que nuestras prácticas responsables para el cuidado de nuestra Madre Tierra puedan ser sentidas dondequiera que estemos y resonar en los cinco continentes. Y que podamos apoyar las iniciativas que promueven la paz, la solidaridad y la fraternidad universal.
