Impulsadas por el amor de Dios
Sin saber cómo, a donde y con que nos enfrentamos,
pero teniendo en cuenta con Quien y en nombre de Quien vamos, las cosas resultan mucho mejor de lo esperado.
Este año, gracias a Dios, tuvimos la oportunidad de participar en la misión, con algunas dificultades de recursos para llegar y aún así la Divina Providencia nos bendijo…
A veces creemos que las experiencias van a ser las mismas, o creemos que vamos a ir a enseñar y a cambiar mil cosas o comentarios de personas cercanas que dicen que vamos de vacaciones o a perder tiempo…
Aun así con esas cosas, hay algo más fuerte que nos mueve, el amor, ese amor que arde e inflama nuestro corazón y nos impulsa a hacer que los demás experimenten lo mismo.
Y fue así con ese amor que llegamos a la comunidad de “Chacas Abajo”, una experiencia nueva, con mil cosas que se quedan en nuestro corazón, sonrisas, miradas y cada pequeño detalle que nos demostraba que Jesús estaba en esa semana con nosotros.
Nos topamos con una realidad muy diferente a la nuestra o la verdadera realidad, aquella que no queremos ver, sin embargo ese amor que queremos dar a conocer, es el mismo que nos hizo trabajar y entregarnos completamente a la construcción del Reino de Dios, ese reino gobernado por el amor…
Verdaderamente a lo largo de la semana se notó bastante que aquel trabajo que realizamos fue inspirado por , en y para El Señor, pues se trabajó súper bien como grupo y eso nos demostró una vez más que siempre estuvo con nosotros, pues depositamos toda nuestra confianza en Él.
Y pues no me queda nada más que agradecerle nuevamente a Dios la oportunidad que nos dio de ser sus instrumentos, sin importarte nuestra condición humana, Él sabe el porque nos eligió para esa misión de la cual a dos semanas de haber regresado a casa me quedo con un buen sabor de boca, porque hasta ahora entiendo el propósito de aquella maravillosísima experiencia…